A la hora de jugar los niños deben saber realizar correctamente la acción en cuestión, pero a su vez también es de gran importancia su ubicación en el espacio, nosotros como futuros maestros de educación física tenemos que ser conscientes de esta realidad, por ello debemos trabajarlo con diferentes actividades y juegos.
El niño tal y como va descubriendo sus distintas posibilidades motrices, va a su vez logrando una organización de las sensaciones que percibe de su cuerpo en referencia al mundo externo. Estas sensaciones son muy importantes y tienen que estar seguros de su coordinación y movimiento en el espacio, para colocarse correctamente y desplazarse durante cualquier actividad.
Como objetivo de nuestras clases tendremos que conseguir que los alumnos sean capaces de seleccionar y utilizar sus distintas posibilidades motrices, para que así su movimiento sea lo más económico y fluido posible, a la vez que tienen que reconocer sus limitaciones.
Para todo ello, a continuación explicaré alguna actividad para conseguir dichos objetivos:
A) Jugando por los caminos
- Trazar una red de caminos con tizas de colores (líneas del campo). Se colocarán todos los alumnos sobre el camino y responderán a diferentes consignas: caminar lo más rápido posible sobre los diferentes colores, recorrer caminando una distancia por el camino más corto, realizar distintas habilidades y desplazamientos según el color del camino…
B) ¡A formar paquetes!
- Los alumnos se distribuirán libremente por el espacio. El maestro dirá un número y los alumnos deberán formar “paquetes”, en los que haya un número de personas igual al que ha dicho el docente.
C) El cruce
- Los alumnos y alumnas se distribuirán en 4 grupos (según número de alumnos), cada uno se situará enfrentándose al resto de manera que formarán un cuadrado. Cada grupo recibirá una consigna: un color, un número, un animal… A la señal del maestro, los nombrados deberán correr para intercambiar sus posiciones, dicho intercambio se producirá utilizando distintas habilidades básicas.
El niño tal y como va descubriendo sus distintas posibilidades motrices, va a su vez logrando una organización de las sensaciones que percibe de su cuerpo en referencia al mundo externo. Estas sensaciones son muy importantes y tienen que estar seguros de su coordinación y movimiento en el espacio, para colocarse correctamente y desplazarse durante cualquier actividad.
Como objetivo de nuestras clases tendremos que conseguir que los alumnos sean capaces de seleccionar y utilizar sus distintas posibilidades motrices, para que así su movimiento sea lo más económico y fluido posible, a la vez que tienen que reconocer sus limitaciones.
Para todo ello, a continuación explicaré alguna actividad para conseguir dichos objetivos:
A) Jugando por los caminos
- Trazar una red de caminos con tizas de colores (líneas del campo). Se colocarán todos los alumnos sobre el camino y responderán a diferentes consignas: caminar lo más rápido posible sobre los diferentes colores, recorrer caminando una distancia por el camino más corto, realizar distintas habilidades y desplazamientos según el color del camino…
B) ¡A formar paquetes!
- Los alumnos se distribuirán libremente por el espacio. El maestro dirá un número y los alumnos deberán formar “paquetes”, en los que haya un número de personas igual al que ha dicho el docente.
C) El cruce
- Los alumnos y alumnas se distribuirán en 4 grupos (según número de alumnos), cada uno se situará enfrentándose al resto de manera que formarán un cuadrado. Cada grupo recibirá una consigna: un color, un número, un animal… A la señal del maestro, los nombrados deberán correr para intercambiar sus posiciones, dicho intercambio se producirá utilizando distintas habilidades básicas.
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